miércoles, 10 de junio de 2009

Continuara...

Eso es lo último que vio Sofía en la pantalla de la televisión.

-¡No me lo puedo creer, otra vez igual!- gritba sofía.
- No te pongas así mujer, la semana que viene tendrás el siguiente capítulo- le gritaba su madre desde el otro lado de la casa.

Sofía no podía parar de pensar. ¿Qué habría hecho Carmela para tener que uir tna rápido?¿Quién es la dama de pelo rosa?¿Y qúe pasará entre Mikel y Carmela? Creía qu eno podría soportarlo, una semana para poder ver el siguiente capítulo. Tenía que hacer algo, pero no sabía el qué. La serie era nueva y no había capítulos en internet. Empezó a antrarle ansiedad, fue ala cocina corriendo y abrió la nevera. Empezó a comerse una tableta tras otra de chocolate. Y cuando ya llevaba 5 se dio cuenta d elo que estaba pasando. La televisión le volvía loca, necesitaba ver más, era como una droga.

Llamó corriendo a su amiga Isabel.

-Hola, ¿está Isabel?
-Sí un momento ahora se pone.
-¿Si?¿Quién es?
- Hola Isabel soy Sofía, ¿has visto la nueva serie?
- Sí, pero la verdad no me ha parecido muy interesante, algo muy visto ya.
-¿Pero qué dices?

Sofía colgó el teléfono. No podía creerse lo que le estaba pasando, a su mejor amiga no le había gustado la serie. ¿Con quién iba a compartir ahora las intrigas de la serie?Esto era una catástrofe en la vida de Sofía.


(María Zapata)

lunes, 8 de junio de 2009

Los increibles chicos simples

Positivismo, positivismo… esa realidad que creó Compte en la que la humanidad era objeto de culto, nos había llevado al fin de la existencia como la conocemos hasta ahora.
Solo disponía de doce horas para terminar con esta pesadilla que se gestó en un laboratorio cuando lograron encontrar toda la información contenida en el genoma humano.
Pero ahora nada de esto tenía importancia, porque esa cautivadora mirada azul celeste le daba la fuerza para entrar al más inescrutable lugar bajo la tierra.
Estuvieron pensando una estrategia para acceder al laboratorio principal. Mike llevaba los planos que en su momento logró robar a su teniente, cuando al principio “Hijos del Mañana” era una utopía para las terapias gènicas de las enfermedades.
-Sòlo disponemos de una oportunidad, Carmela.
-Cuando quieras pasamos a la acción.
La única forma de entrar sin pasar los duros controles de biométrica era provocar un incendio en el preciso momento en el que los turnos de seguridad cambian. Un lapso de tiempo de tres minutos, es suficiente para ir al sistema de ventilación y con una simple cerilla ya está, debido a que el sistema de ventilación del laboratorio es de corriente en espiral, y éste hace que el fuego se propague a una velocidad de vértigo, tan rápido que en el desbarajuste del momento, se cuelen por la única trampilla que Mike conocía perfectamente.
Así lo hicieron, casi sin darse cuenta estaban escondidos detrás de la trampilla, mientras que el laboratorio era un ir y venir de sirenas, bomberos y humo… mucho humo.
Estuvieron en un tenso silencio durante más de cinco horas esperando a que todo volviera a la calma. Este tiempo les vino bien para estudiarse los planos de acceso al laboratorio.
-¿Y el riesgo biológico…? Pensaba Carmela.
Es la única duda que le provocaba ansiedad.

Guillermo Lafita.
1º de Comunicación Audiovisual.
Como ya venía siendo costumbre, Carmela despertó tras el golpe en el cuello que le había dejado inconsciente durante unas horas.
Apenas podía ver nada, todo estaba borroso y oscuro.
-¿Estas bien?
Le susurro una voz masculina, que no conocía, al oído.
La vista de Carmela se empezaba a aclarar y pudo distinguir la imagen de un chico joven de aproximadamente su misma edad.
-Me llamo Mike, siento el golpe en la nuca...pero era necesario.
-¿Ne...necesario?, desde cuando la violencia es una solución.
Carmela se incorporó y se palpó la nuca para asegurarse de que seguía en su sitio.
-A veces....es una buena solución, dejemos el tema ahí...tu debes de ser Carmela ¿no?
- Sí...aunque ya no sé realmente ni quién soy.
Carmela se quedó mirando los ojos de Mike, eran de un azul celeste intenso; sintió como se empezaba a ruborizar como si de una adolescente de instituto se tratase. Como podía ser que en un lugar como ese, y con todo lo que le había pasado, aun quedase lugar para el sentimiento que siempre habia buscado pero nunca hallado, el amor. En efecto, fue amor a primera vista, rápidamente Carmela volvió en sí y retiro la vista de los ojos de Mike para quedarse mirando hacia el suelo.
-No te preocupes, mira tengo la cura
Mike sacó de uno de sus bolsillos una pastilla roja, cogió la mano de Carmela y se la dió.
-¿Cura?, ¿qué es esto?
-Es una pastilla que anula los efectos de esa sustancia asquerosa de positivismo, pero solo durante doce horas, el tiempo suficiente para que me ayudes a acabar con "Los Hijos del Mañana", tu eres mi...
-¿Hijos del Mañana?...¿que yo soy tu que?
-Eres mi única esperanza, han acabado con todos los míos, solamente quedamos tu y yo....tenemos que acabar con ellos como sea y necesito tu ayuda.
Carmela respiró hondo y se tragó la pastilla, Mike le sonrió. Carmela pensó que conocer a Mike había sido lo mejor que le había ocurrido en estos últimos días de locura bizarra, ahora tan solo podía hacer una cosa, ya no valía escapar, era el momento de hacer frente y acabar con aquellos que habían convertido su vida en un infierno.
-Bien, ahora que ya puedo ser yo y no otra persona...¡acabemos con ellos!
-¡Así me gusta Carmela!...es hora de pasar a la acción.

Carmela y Mike que estaban refugiados entre unos árboles del campo que había detrás de la gran casa, planeaban la estrategia para poder introducirse en la casa sin ser vistos.
-Has de saber que esta casa es una tapadera para que no sean descubiertos, lo fácil es entrar en la casa, lo díficil será entrar en los laboratorios que se encuentran en los subterráneos de ésta.
-¿Laboratorios?...Mike cuentame todo lo que está ocurriendo en realidad.
Mike le hablo de su teniente, de que eran realmente "Los Hijos del Mañana" y cómo querían controlar el mundo a través de la creación de humanos perfectos, de cómo había llegado allí y habían acabado con todos ellos casi sin darse cuenta....

-¡Dios mío!, parece sacado del sueño de un demente.
-Lo sé...pero aun con todo...debemos de intentarlo...

Éste sí, este era el momento en el que Carmela debía de dejar atrás todos sus miedos y volverse una mujer de acción, este viaje por muy duro que fuese le había hecho fuerte y quizá...es lo que siempre había buscado.

domingo, 7 de junio de 2009

Era la ocasión idónea para escapar de aquel lugar infecto digno de una película de ciencia ficción. Debía actuar con cautela a pesar de encontrarse todavía bajo el influjo de una de aquellas inyecciones de positividad que, sistemáticamente, le eran suministradas a diario, sin que pudiera hacer nada por evitarlo, transformándola, al menos exteriormente, en una marioneta al servicio de mentes depravadas, tal y como se había sentido en su vida anterior al repetino viaje que la había conducido hasta donde ahora se encontraba.

Una vez aniquilado el causante de sus traumas, su tío Jaime, el cual había abusado de ella hasta bien entrada la adolescencia, debía reponerse a las circunstancias y actuar de forma precisa, controlando cada uno de sus movimientos.

Tanto la coordinadora excéntrica de pelo rosa, como las mujeres que no paraban de trabajar y procrear a un tiempo, estaban ahora distraídas tratando de realizar un torniquete en la vena yugular seccionada por los dientes de Carmela, valiéndose de la diminuta ropa que cosían sin cesar.

La sangre salía a borbotones del cuello inundando la habitación, poco a poco se iba formando un gran charco alrededor del yaciente cuerpo de Jaime.
Mientras las mujeres gritaban inútilmente ante el cadáver inmóvil, Carmela aprovechaba el momento para huir hacia una de las puertas traseras, que tiempo atrás había localizado en una maniobra de inteligencia y previsión de futuro.

Pero la huida no sería tan sencilla, la puerta estaba cerrada con llave. No había tiempo de buscar otra manera de escapar. Debía buscar una solución rápida, antes de que se percataran de su ausencia y fuera demasiado tarde. Observando su alrededor histéricamente descubrió una aguja en el suelo, quizá aún había lugar para la esperanza.

En un alarde digno de MacGyver dobló la aguja hasta hacerla encajar en la cerradura, con un leve movimiento de muñeca hizo presión hasta que la puerta cedió y se abrió ante sus ojos.
La perplejidad inundaba todo su ser, jamás se hubiera imaginado, ni en la más remota circunstancia, que podría encontrarse en una aventura así, escapando de la muerte.

Corrió cuanto pudo atravesando el campo que circundaba la enorme casa, sin pensar en nada excepto en salvar la vida; también daba gracias a la televisión por haber demostrado su utilidad en un momento como aquél. Sus pasos eran cada vez más largos y apresurados, dentro de poco volvería a ser libre.

De pronto, sintió un fuerte golpe en la nuca. El destino volvía a jugar en su contra, todavía no era el momento de Carmela.




sábado, 6 de junio de 2009

Carmela poseía una gran mancha en sus partes más intimas, así pues un día lavando a una de los niños, observo la misma mancha en aquella cara deformada, continuó con el siguiente y de nuevo, la misma mancha, algo estaba pasando pero en su estado no podía reaccionar ni ante la pregunta 2 más 2.

Se alejó de la zona de cuidados, y fue a encerrarse en si misma, recapacitó, y se preguntó, desde cuando recordaba tener esa gran mancha, al poco tiempo, supo la respuesta, fue en su pueblo con aquel hombre extraño, que le propuso ir a un campo lejano, donde los niños no debían ir con personas adultas.

En ese mismo instante uno de los participante de aquel experimento, la miró, y vio en los ojos de aquel extraño un gesto familiar. Era su tio Jaime, si, el mismo que se había pasado la vida abusando de Carmela, haciendola creer que así jugaban los niños.

Se dirigió a él y mirandole a los ojos le mordió en el cuello, con tan buena suerte que atravesó una vena, haciendole llegar a su gran enemigo a la muerte.
Ahora llegaba el momento de Carmela.

jueves, 4 de junio de 2009

Los días parecían interminables cuando no podías hacer nada más que coser ropa diminuta.

Cada día, cada hora, cada minuto que pasaba despierta le obligaban a coser, no era de extrañar que se estuviera volviendo loca a pasos agigantados. La peor parte venía cuando tenía que tomar medidas a los niños, la que ella pensó en principio que sería la parte más amena de su esclavitud resultó ser un auténtico infierno. Los niños resultaron ser una especie de dictadores diminutos y no obedecían a nadie excepto a Ramón.

Además algunos de ellos eran realmente inquietantes, Epsilon en ocasiones contestaba a sus preguntas incluso antes de que las formulara, Lambda le decía cosas terribles de su pasado y errores que había cometido solo para torturarla, secretos que solo ella conocía y que jamás había revelado.

Eso sumado a otros misterios que ocurrían en la casa le hacía plantearse a diario su salud mental. Al principio intentó hablarlo con las demás mujeres pero no solo la ignoraban si no que acabaron por marginarla. Parecía que realmente disfrutaban cosiendo y produciendo hijos como si de maquinas se tratara.

Los partos eran por cesárea y las madres jamás sabían cuales eran sus hijos. Esto cumplía una doble función, evitaba que los niños y las madres se encariñaran y obligaban a las mujeres a tratar bien a todos los niños y no herirlos bajo ninguna circunstancia porque podían ser hijos suyos.

Parecía además que su única aspiración en la vida era hacerle la vida más agradable a la hortera mujer de pelo rosa y cumplir con todos los objetivos que esta imponía. En las dos ocasiones que intento hablarlas sobre una huída la miraron como si hubiera perdido el juicio o no supiera lo que decía.

Todo esto, sumado a las sonrisas constantes y al colorido sobresaturado de las habitaciones y muebles hacía que todo el lugar tomara un cariz macabro.

Debía salir de allí cuanto antes.

domingo, 31 de mayo de 2009

Mike caminaba a toda prisa por los estrechos pasillos blancos con todas las carpetas sujetas entre sus brazos. Su cara esta perlada de sudor al igual que su camisa. LLegaba tarde y esta vez era de suma importancia. Se volvió a tropezar con otro oficial y con un rapido "disculpe", siguió avanzando por el pasillo hasta llegar a una compuerta donde le estaba esperando un hombre negro.
-Llega tarde sargento Guirk- dijo con una expresión imperterrita.
-Lo lamento teniente, el aviso me llegó cuando estaba en inglaterra celebrando una boda. He llegado lo más pronto posible.- explicó Mike secandose el sudor de la frente como pudo con la manga mientras sujetaba los informes.
-Arreglese un poco la camisa antes de entrar- dijo el teniente mientras comfirmaba la seguridad de la puerta.
Esta se abrió y dio paso a una sala escasamente iluminada donde estaban esperandole seis oficiales de alto rango. En las paredes había numerosas pantallas en las que se mostraban mapas y datos.
Mike siguió al oficial hasta el interior de la habitación y se sentó en una de las sillas libres.El teniente en otra enfrente de él.
Un hombre mayor con un bigote tan espeso y canoso como sus cejas, presidia la mesa. Cuando Mike se hubo sentado y apoyado todos los informes en la mesa, el oficial comenzó hablar. Mike vió que tenía el rango de general.
-Caballeros, les he reunido por un asunto muy impoortante. Hemos recivido una serie de alarmantes informes de una Asociación secreta que se está dedicando a secuestrar a mujeres con fines aun desconocidos. No creemos que sea para la prostitución, ni para trafico de personas u organos, pero igualmente es ilegal. El sargento Mike Guirk de Inteligencia les informará más detalladamente.-
Y dicho esto miró a Mike.
Este se levantó demasiado rapido debido a los nervios y casi tiró los informes al suelo. Tras un breve reajuste se aclaró la voz.
-Ejem... Pues si... Según los últimos informes, esta asociación a la que hemos denominado " Los Hijos del Mañana" se dedican a secuestrar a mujeres jovenes y con la capacidad de procrear. No sabemos el proposito de estas acciones, pero el hecho es que cada día desaparecen más.- Hizo un pequeño inciso para mirar a todos los presentes y enseñar fotografias de un montón de mujeres en las pantallas. Todas ellas desaparecidas.
-Como pueden ver el número es alarmante. Empezamos a sospechar cuando el número incremento alarmantemente, en solo unos meses, de las mujeres desaparecidas. Después de numerosas investigaciones hemos descubierto el paradero de lo que creemos es su sede principal. La última mujer que fue secuestrada se llama Carmela ...- En ese momento el general comenzó a hablar y Mike ante la interrupción, se calló y se sentó de nuevo.
-Así pues, como ha dicho el sargento, este problema es demasiado acuciante incluso para la policía. De esta forma he decidido mandar a un Comando de diez personas para realizar una incursión a esas instalaciones y rescatar a las mujeres que se encuentre allí. Para ello querria que el sargento Mike Guirk, experto en tecnología y seguridad avanzada se una a esta misión.-
Mike dió un respingo y miró al general con estupor.
-Y...¿Yo? Pero, pero... Si no he entrado en combate nunca. Y menos con las fuerzas especiales.-
-Usted solo se encargará de la seguridad, no entrará en acción.- le dijo el general con una sonrisa que no tranquilizó nada a Mike. Cuando se levantó ya supo que aquel día no iba a ser bueno pero aquello era peor de lo que pensaba. Debía de haberse quedado en la cama.