sábado, 6 de junio de 2009

Carmela poseía una gran mancha en sus partes más intimas, así pues un día lavando a una de los niños, observo la misma mancha en aquella cara deformada, continuó con el siguiente y de nuevo, la misma mancha, algo estaba pasando pero en su estado no podía reaccionar ni ante la pregunta 2 más 2.

Se alejó de la zona de cuidados, y fue a encerrarse en si misma, recapacitó, y se preguntó, desde cuando recordaba tener esa gran mancha, al poco tiempo, supo la respuesta, fue en su pueblo con aquel hombre extraño, que le propuso ir a un campo lejano, donde los niños no debían ir con personas adultas.

En ese mismo instante uno de los participante de aquel experimento, la miró, y vio en los ojos de aquel extraño un gesto familiar. Era su tio Jaime, si, el mismo que se había pasado la vida abusando de Carmela, haciendola creer que así jugaban los niños.

Se dirigió a él y mirandole a los ojos le mordió en el cuello, con tan buena suerte que atravesó una vena, haciendole llegar a su gran enemigo a la muerte.
Ahora llegaba el momento de Carmela.

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