lunes, 8 de junio de 2009

Como ya venía siendo costumbre, Carmela despertó tras el golpe en el cuello que le había dejado inconsciente durante unas horas.
Apenas podía ver nada, todo estaba borroso y oscuro.
-¿Estas bien?
Le susurro una voz masculina, que no conocía, al oído.
La vista de Carmela se empezaba a aclarar y pudo distinguir la imagen de un chico joven de aproximadamente su misma edad.
-Me llamo Mike, siento el golpe en la nuca...pero era necesario.
-¿Ne...necesario?, desde cuando la violencia es una solución.
Carmela se incorporó y se palpó la nuca para asegurarse de que seguía en su sitio.
-A veces....es una buena solución, dejemos el tema ahí...tu debes de ser Carmela ¿no?
- Sí...aunque ya no sé realmente ni quién soy.
Carmela se quedó mirando los ojos de Mike, eran de un azul celeste intenso; sintió como se empezaba a ruborizar como si de una adolescente de instituto se tratase. Como podía ser que en un lugar como ese, y con todo lo que le había pasado, aun quedase lugar para el sentimiento que siempre habia buscado pero nunca hallado, el amor. En efecto, fue amor a primera vista, rápidamente Carmela volvió en sí y retiro la vista de los ojos de Mike para quedarse mirando hacia el suelo.
-No te preocupes, mira tengo la cura
Mike sacó de uno de sus bolsillos una pastilla roja, cogió la mano de Carmela y se la dió.
-¿Cura?, ¿qué es esto?
-Es una pastilla que anula los efectos de esa sustancia asquerosa de positivismo, pero solo durante doce horas, el tiempo suficiente para que me ayudes a acabar con "Los Hijos del Mañana", tu eres mi...
-¿Hijos del Mañana?...¿que yo soy tu que?
-Eres mi única esperanza, han acabado con todos los míos, solamente quedamos tu y yo....tenemos que acabar con ellos como sea y necesito tu ayuda.
Carmela respiró hondo y se tragó la pastilla, Mike le sonrió. Carmela pensó que conocer a Mike había sido lo mejor que le había ocurrido en estos últimos días de locura bizarra, ahora tan solo podía hacer una cosa, ya no valía escapar, era el momento de hacer frente y acabar con aquellos que habían convertido su vida en un infierno.
-Bien, ahora que ya puedo ser yo y no otra persona...¡acabemos con ellos!
-¡Así me gusta Carmela!...es hora de pasar a la acción.

Carmela y Mike que estaban refugiados entre unos árboles del campo que había detrás de la gran casa, planeaban la estrategia para poder introducirse en la casa sin ser vistos.
-Has de saber que esta casa es una tapadera para que no sean descubiertos, lo fácil es entrar en la casa, lo díficil será entrar en los laboratorios que se encuentran en los subterráneos de ésta.
-¿Laboratorios?...Mike cuentame todo lo que está ocurriendo en realidad.
Mike le hablo de su teniente, de que eran realmente "Los Hijos del Mañana" y cómo querían controlar el mundo a través de la creación de humanos perfectos, de cómo había llegado allí y habían acabado con todos ellos casi sin darse cuenta....

-¡Dios mío!, parece sacado del sueño de un demente.
-Lo sé...pero aun con todo...debemos de intentarlo...

Éste sí, este era el momento en el que Carmela debía de dejar atrás todos sus miedos y volverse una mujer de acción, este viaje por muy duro que fuese le había hecho fuerte y quizá...es lo que siempre había buscado.

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